lunes, 24 de octubre de 2011

Cuando alguien nos deja con el corazón partido

Relaciones vienen y van, pero el aprendizaje queda, y lo llevamos con nosotros por toda la vida. Un corazón partido duele, pero nos hace descubrir cosas acerca de uno mismo. Nos ayuda entender mejor y trazar límites de lo que realmente deseamos para nuestras vidas. Cuando una relación termina nos encerramos en un mundo que creamos para protegernos y alejarnos de la civilización por un cierto tiempo, tiempo que creemos ser necesario para llorar nuestras penas lejos de los ojos de los demás. Lloramos todo lo que tenemos que llorar, comemos todo lo que encontramos en la concina, nos torturamos viendo fotos, leyendo cartas y e-mails, mirando películas románticas mientras comemos un balde de helado y pensamos en todos los planes que no tuvimos tiempo de realizar… Yo ya sufrí así una vez y llevé demasiado tiempo para recuperarme, pero cuando por fin desperté y abrí mis ojos para la realidad vi que había perdido demasiado tiempo encerrada en “mi mundo” sufriendo por algo y alguien que no merecía y que no regresaría jamás. Valió la pena? No! Son días perdidos que nunca más regresarán y haberme encerrado en nada me ayudó. Por suerte cuando me di cuenta del mal que me estaba causando, abrí la puerta y salí hacia el mundo real, entonces pude ver el mundo con otros ojos y fue ahí que decidí hacer de mi sufrimiento mi aprendizaje y fue lo que hice. Aprendí muchas cosas, principalmente que no vale la pena sufrir de esa manera, pues lo único que hice al encerrarme fue aplazar mi sufrimiento y dejar de vivir.
Hace poco sufrí otra decepción amorosa que me dolió mucho, pues me sentí completamente engañada. Era como si el hombre por quien me enamoré no existiera y todo no pasara de un sueño, de una ilusión, de una mentira. Todos mis sueños, mis planes, absolutamente todo, se deshizo en cuestión de segundos. Me sentí completamente perdida, pues teníamos tantos planes y de repente me vi en una situación donde yo tenía que construir nuevos sueños, nuevos caminos, tomar nuevas decisiones. No sabía que hacer, que pensar... Entonces yo tenía dos opciones:

1.   Encerrarme en “mi mundo” otra vez y perder una buena parte de mi vida, momentos que jamás regresarán y correr el riesgo de un día arrepentirme profundamente.

2.   Seguir viviendo y buscar otras inspiraciones que me ayuden a olvidar y superar todo de la mejor manera posible.

Entonces sequé mis lagrimas, respiré profundamente y dije a mi misma que él no me merecía y que el amor que siento por mi es mucho más fuerte que cualquier otra cosa. Saqué de todo eso lecciones que llevaré conmigo por toda la vida para que yo nunca más pase por eso otra vez. Encontré un trabajo donde conozco gente de todas las partes del mundo todos los días, donde me divierto y soy reconocida por mi trabajo y mi esfuerzo. Salgo con mis amigas, conozco gente nueva, salgo de compras y me arreglo para sentirme aun más bonita y segura. He hecho de todo para rellenar mis horas y últimamente no he tenido ni tiempo para pensar en el dolor que me han causado y eso ha hecho con que el dolor y el amor que vive dentro de mí vaya amenizando a cada día y solo desaparezca. Obviamente hay días en que es inevitable no pensar, principalmente porque de mi parte existía amor y yo confiaba en esa persona, pero no dejo que el dolor y la rabia se apoderen de mí y se hagan presentes en mi vida. Cuando empiezo a recordar rápidamente busco algo que me mantenga distraída y es así que supero, haciendo cosas productivas que me llenan de vida y de conocimiento.

Lo mejor que uno puede hacer cuando una relación termina es reflexionar y descubrir que es lo que quieres llevar contigo para el futuro y aprender con los errores para no cometerlos otra vez. Todas las experiencias, tanto las positivas cuanto las negativas nos ayudan a trazar un camino mejor y crecer. No hay experiencia que nos deja igual, estamos constantemente cambiando a cada día. Las lecciones que las relaciones fracasadas nos enseñan llevaremos con nosotros para siempre y si no reflexionamos sobre los errores cometidos probablemente cometeremos los mismos errores en nuestras futuras relaciones. Es difícil ser fuerte cuando algo nos hace daño, pero todos tenemos en nuestro interior una fuerza mayor que muchos ni saben que existe, lo único que necesitas es encontrarla y saber trabajarla. Como reflexionar cuando lo único que quieres es llorar? Como salir con tus amigos si lo único que quieres es estar sola? Como divertirse cuando no tienes a quien amas a tu lado? La respuesta solo tú la tienes. Vale la pena llorar? Vale la pena dejar de vivir por culpa de alguien que ni se importó con tus sentimientos, por alguien que no te merece? Estar sola es la mejor manera de superar y olvidar? Cabe a ti encontrar las respuestas, pero antes de cualquier cosa tienes que aprender a amar a ti mismo, entonces ahí encontrarás las respuestas que tanto buscas y aprenderás a encontrar el mejor camino.
Yo encontré el mío y estoy orgullosa de mi misma por la manera que enfrenté mi dolor. Me costó mucho llegar hasta aquí y por más dificil que haya sido, no fue imposible y valió mucho la pena. Tenemos que aprender a manipular nuestros sentimientos y no dejarnos ser manipulados por ellos.

1 comentario:

  1. mee encanta amigaaaaaaa tiene mucha razon y sabiduriaaa gracias por hacermelo ler y entenderme por lo que paso y el dia que pueda superar esto vamos a estar las dos juntas riendonos como amigas que somos
    toty

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