Ya se dieron cuenta de cómo la mayoría de las personas que hacen parte de nuestras vidas siempre nos abandonan en los momentos más críticos? Las personas siempre se acuerdan de nosotros cuando quieren divertirse, cuando necesitan un favor, cuando necesitan apoyo, un consejo, pero cuantas exactamente son capaces de retribuir la amistad y la confianza que en ellas depositamos? Cuantas de esas personas se acuerdan de nosotros cuando más necesitamos de ellas?
Existen amigos y “amigos” eso fue lo que la vida me enseñó. Aun estoy aprendiendo a etiquetar amistades, pero creo que últimamente me estoy saliendo bien. He desenvuelto la capacidad de identificar más rápido a quiénes puedo confiar de verdad y a quiénes no, aunque algunos se me hacen un poco más difíciles, pues tienen una gran capacidad de engañar a los demás, pero siempre, en algún momento demuestran su verdadera identidad. Ni siempre supe distinguir las diferencias y eso me trajo demasiadas decepciones, pero es parte de la vida y así aprendemos. Soy de esas personas que prefiere tener un buen amigo en quien yo pueda confiar, que varios a quienes tengo que estar siempre atenta para que no me apuñalen por la espalda. El mundo está lleno de gente falsa y son esas personas que más temo y quiero distancia...
Siempre me entregué por completo a todos que un día consideré mis amigos y a los que amé, y fueron a los que más me entregué que más me decepcionaron. Tuve amigos que me decepcionaron profundamente y me abandonaron en los momentos más difíciles de mi vida, personas que ni por un segundo pensé que pudieran ser capaces de hacerme lo que un día me hicieron y he sufrido mucho con eso. Descubrí que para ellos era mucho más confortable estar a mi lado cuando me necesitaban y cuando querían divertirse, que cuando yo estaba triste y los necesitaba. Siempre digo que son en los momentos más difíciles que descubrimos quienes son nuestros amigos de verdad, porque cuando todo va bien todos son tus amigos, pero cuando la dificultad aparece todos salen corriendo como si tuvieras alguna enfermedad transmisible.
Aunque algunas personas nos decepcionen, no debemos jamás dejar de creer en la amistad y en el amor, porque si existen personas fieles a quien puedes confiar tus secretos, con quien puedes compartir momentos de alegría y de tristeza, personas que te abrigarán en sus brazos cuando necesites llorar, que te apoyarán cuando más necesites de apoyo y a quien puedes confiar tu amor y al mismo tiempo sentir que eres correspondido.
Siempre me entregué por completo a todos que un día consideré mis amigos y a los que amé, y fueron a los que más me entregué que más me decepcionaron. Tuve amigos que me decepcionaron profundamente y me abandonaron en los momentos más difíciles de mi vida, personas que ni por un segundo pensé que pudieran ser capaces de hacerme lo que un día me hicieron y he sufrido mucho con eso. Descubrí que para ellos era mucho más confortable estar a mi lado cuando me necesitaban y cuando querían divertirse, que cuando yo estaba triste y los necesitaba. Siempre digo que son en los momentos más difíciles que descubrimos quienes son nuestros amigos de verdad, porque cuando todo va bien todos son tus amigos, pero cuando la dificultad aparece todos salen corriendo como si tuvieras alguna enfermedad transmisible.
Aunque algunas personas nos decepcionen, no debemos jamás dejar de creer en la amistad y en el amor, porque si existen personas fieles a quien puedes confiar tus secretos, con quien puedes compartir momentos de alegría y de tristeza, personas que te abrigarán en sus brazos cuando necesites llorar, que te apoyarán cuando más necesites de apoyo y a quien puedes confiar tu amor y al mismo tiempo sentir que eres correspondido.
Son pocas las personas que permanecen en nuestras vidas, porque ni todas son capaces de estar a nuestro lado en los momentos más difíciles, por eso cuando encontramos alguien que no nos abandona, que nos aconseja, que no se importa escucharnos cuando necesitamos conversar, que no nos juzga cuando cometemos un error y que realmente desea nuestra felicidad, hay que cuidar mucho para que esa persona jamás deje de hacer parte de nuestras vidas, porque ese tipo de persona es una rareza.
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